Orquesta Moreno

Un buen amigo y mejor músico dice: "nunca se puede llegar a ser un buen músico si no se ha tocado en una Orquesta de baile" y yo estoy completamente de acuerdo con él. La experiencia que te da el escenario (las tablas) no la adquieres por mucho academicismo que practiques.

He de reconocer que a veces, cuando estoy tocando en el escenario, siento un especial estremecimiento cuando miro a mi alrededor. En la Orquesta Moreno coincidimos varias generaciones de "Pintis" y esto, tal y como dice el anuncio de televisión "no tiene precio".

Aún recuerdo a mi abuelo Hilario diciéndome que me iba a enseñar a tocar el Saxo y por supuesto tambien recuerdo a mi tío cuando, en una noche de Orquesta, le dijo a un paisano "ya no tengo nada que enseñarle a mi sobrino". Mi familia sabe que aquellas palabras significaban para mí una reconocida graduación "cum laude" viniendo de Hilario. De hecho, creo que aquellas palabras me hicieron más ilusión que cuando concluí mi carrera.

Mi mujer siempre dice que no se puede ir a bailar conmigo, que siempre estoy mirando "los cacharros": los altavoces, los micros, las luces...

Este fin de semana, hemos estado de gira. El domingo tocamos en una romería y he de decir qe sentí envidia sana, cuando, nada más sonar los primeros compases, todos los chiringuitos al unísono apagaban sus sonidos de inmediato. Solo se escuchaba el sonido del campo y de nuestra Orquesta..."Así sí", pensé...por lo tanto no debe ser tan difícil...

Estos años de giras han servido para que haya podido recorrer toda Extremadura y parte de Andalucía, Ávila y Salamanca. He aprendido que las formas de diversión son muchas y casi siempre baratas. Basta con tener ganas de pasárselo bien y unos concejales y concejalas implicados/as en el tema.

De la Orquesta me gusta conocer sitios, el compañerismo y la camaradería entre los que viajamos juntos, el bocadillo de después de montar (a veces ingerido de pie), las bromas... y sobre todo que, cuando amanecemos en un lugar desconocido y desayunas un café con hielo a las dos de la tarde siento una extraña y placentera sensación de libertad.

Saludos

3 comentarios :

Tengo el recuerdo de tomarme un café de esos mirando la sierra, no recuerdo si por el Ambroz y el Jerte...
Sabores inolvidables, pero SÍ repetibles...

Antonio, comparto contigo el tema de las tablas y lo que se aprende en el escenario, sobre todo eso de perder el miedo al público, la tranquilidad de expresar el arte ante la atenta mirada y el oído presto de quienes se sitúan delante.

Eso también es importante para un político, porque la gente siempre está expectante con lo que se dice.

Brozas está expectante e ilusionada con la melodía que suena estos días en sus calles y que tú estás orquestando. Mi amigo y compañero Pedro lo está disfrutando enormemente. Lo siento y lo intuyo. Estos días él y yo los vivíamos a tope. Yo, desde mis tesis socialistas y él, desde sus posturas comunistas.

Lo importante son las personas y las siglas son secundarias.

Pues poco queda por añadir...no obstante quiero agradecer vuestras palabras. Un fuerte abrazo para los dos

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