Me gusta dar clases

Me gusta dar clases, me gusta mi trabajo...sé que soy un afortunado por eso.

Me encanta montar mi saxo cada día para tocar con mis alumnos/as. Ser docente es una aventura magnífica. Hace poco recibía en mi aula a un alumno y amigo que está ahora haciendo el superior en otra comunidad, vino a verme y a pedirme que le escuchara la obra que estaba montando para que le diera un par de consejos y he de reconocer que me sentí tremendamente agradecido de que siguiera confiando en mí.

Ciertamente, cuando los alumnos/as te dejan, se llevan algo tuyo. Mi hermano dice que se les nota cuando los escuchas. Sin duda es el mejor homenaje que pueden hacerte.

Aún hoy, recibo mensajes de chicos/as a los que les di clases en secundaria, me escriben para decirme que han estado en un concierto o que han escuchado un cd y que se han acordado de mí. Es agradable encontrártelos/as en la calle o en un centro comercial y que te cuenten cómo les va la vida...Es una inmejorable manera de sentirte vivo y en mil sitios a la vez.

Recuerdo con cariño mi primera clase en secundaria, fue en la isla de la Palma en Canarias. Cuando llegaron los alumnos/as me puse a hablar y no paré en toda la hora...un chico se me acercó y me dijo "maestro...¿siempre hablas tanto?". Son una gente especial y fue muy agradable compartir parte de mi vida con ellos/as.

Espero poder seguir dando clases mucho tiempo, espero poder seguir tocando en muchos escenarios y espero poder seguir compartiendo mi música tal y como dice Rosendo..."para aquellos que quieran escucharme".

Os dejo esta cita que leía el otro día.

Cuanto más digas con la música, mejor va a ser, pero no siempre esperes que los demás te oigan, aunque sólo te escuches tú mismo trata siempre de arrancarte una lágrima y una sonrisa.

Buenas noches

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