Yo privatizo, tu empobreces, él se enriquece...y si no te enteras...mejor.

Si a estas alturas digo que soy un defensor de lo público, supongo que nadie se sorprende. En mis discusiones políticas con personas que opinaban lo contrario he sido incapaz de cambiar ni una sola microcentésima de segundo de opinión. En honor a la vedad, ni siquiera he dudado por un solo momento del convencimiento de que debemos defender lo público.

Lo público iguala a las personas y aunque la frase es sencilla su contenido es complejo. Lo público significa que TODOS y TODAS tenemos las mismas oportunidades sin distinción de ningún tipo. Significa que todos y todas podemos tener la misma posibilidad de curarnos ante una grave enfermedad. Aunque los compañeros de habitación sean el Conde Drácula y usted, (vale, vale, ya sé que Drácula no existe pero Condes hay muchos, y también otros miembros de la nobleza y personajes VIP). 

De la misma manera, nuestros hijos e hijas tendrán la misma posibilidad de formarse academicamente que los hijos de los antedichos. Podremos viajar por transportes públicos, llegar a la universidad que nuestros hijos merezcan, podrán ejercer, investigar o trabajar en lugares dignos y que ofrezcan los medios necesarios para que la sociedad evolucione en bloque.

Julio Anguita me contaba que nada más llegar al Ayuntamiento de Córdoba le ofrecieron privatizar parte del transporte público, y contaba que de las 12 líneas existentes, la empresa compradora ofrecía privatizar la 7, la 8 y la 10, curiosamente aquellas que obtenían beneficios, quedando para el ayuntameinto las deficitarias...¿no era mal trato verdad?.

Y así de simple funciona el sistema, queridos lectores/as, la privatización es que alguien se queda con un negocio rentable y redunda en un grave perjuicio para la ciudadanía. Es tan simple como que privatizando unos cuantos se hacen más ricos a costa de que otros se hagan más pobres y además dejen de recibir  servicios universales.

¿Se imaginan ustedes una Banca pública donde las líneas de crédito fueran a los emprendedores, las familias y aquellas personas que lo necesitan...dónde no fuera necesario obtener unos resultados de beneficios extratosféricos y dónde los directivos no cobraran la inmoral cifra de "millones de euros" por su gestión o despido?

Una buena táctica para privatizar abogando necesidad es la siguiente: una vez que llegues al gobierno deja de inyectar dinero público a aquello que quieras privatizar y concierta al alza, es decir, inyecta dinero público a empresas privadas del sector  (por ejemplo la sanidad o la educación). De esta manera los centros privados contarán con más y mejores recursos que los públicos y se podrá decir a voces que lo privado funciona mejor que lo público y luego decir que no nos preocupemos, que se seguirán dando los mismos servicios que antes para todos/as... y a mí, por sistema, cada vez que alguien me dice no te preocupes, en esta España nuestra....me echo a temblar.

No quiero extenderme mucho más, esto al fin y al cabo es un blog y debe ser de lectura rápida, auqnue espero que de reflexión tranquila, pero si quiero dejar claro una cosa...

El día 9 de Mayo HARÉ HUELGA.

Es la única forma de protestar ante las atrocidades poíticas que estamos viviendo en los últimos años y de tratar de cambiar el sistema y no nos olvidemos, es responsabilidad de todos y de todas. Muchos compañeras y compañeros docentes, dicen a diario en sus clases que formarse es el mejor medio de defendernos en la vida, que la educación es fundamental para evolucionar como sociedad, por tanto no podemos ni debemos mirar para otro lado, no podemos ir a clase como si nada ocurriese o como si no pudiéramos hacer nada para cambiarlo. Todos y todas sabemos que el mejor predicamento es el ejemplo, que nuestros alumnos y alumnas vean que sus profesores están comprometidos con ellos/as y defendemos su educación...la pública...la de todos/as.

Nos vemos en la manifestación.

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