Mis mamás me miman.

Lo ha dicho el tribunal constitucional, por 8 votos a favor y 3 en contra. La denominación "matrimonio" sirve para las bodas entre personas del mismo sexo.

Quiero compartir con todos/as vosotros/as que estoy contento ya que estas sentencias te dan cierta esperanza.

No voy a entrar a valorar las mediocres declaraciones de quienes no acatan la sentencia del tribunal constitucional y hacen valoraciones retrógradas de la misma. Allá ellos. Hace ya tiempo que llegué a la conclusión de que las sociedades evolucionan muy lentamente y que hay que seguir en la larga lucha de cambio.

En cambio, sí quiero compartir con vosotros que hace unos meses, tuve el priviliegio de poder casar a dos mujeres en Brozas. Era la primera vez que ocurría y lo viví de manera muy especial. Estos días, con el hecho de la sentencia, he revivido aquellos momentos y he vuelto a leer el preámbulo que había preparado para la ceremonia.

Fue una ceremonia emotiva, con grandes dosis de ternura y  muy elegante.

Con su permiso, voy a poner en este post, un fragmento de mi intervención, omitiendo por supuesto la parte más personal.

A estas dos valientes mujeres y a sus familias les deseo de corazón todo lo mejor.

Un cordial saludo



El término familia, procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo". Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, y sus términos asociados, a la raíz fames («hambre»), de forma que la voz se refiere, al conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a los que un pater familias tiene la obligación de alimentar.

Podemos concluir por tanto, que el término familia no fue igual hace 50, 100, 200 o mil años. 

Por eso, podemos decir sin temor a equivocarnos, que la familia como una cuestión eterna no existe. Existe en nuestro entorno cultural más cercano y que prácticamente debemos aceptar con cierta sumisión.

Es verdad que, las sociedades tardan muchísimo en transformarse, a veces  incluso siglos. Son tremendamente resistentes y claro está, el matrimonio o la familia como institución cultural creada por el ser humano, no se iba a librar de esta dificultad.

Prueba evidente de ello es que hoy celebramos por primera vez, que yo sepa, un matrimonio entre dos mujeres en Brozas y hemos tenido que esperar hasta bien entrado el siglo XXI para que esto sucediera. No obstante aunque este cambio se produzca lentamente, lo tenemos que hacer aquellas personas que creemos firmemente que hay que tener respeto por las diferencias. 

Hace 30 años nadie podía creer que se podría celebrar una boda en Brozas entre dos mujeres y  mucho menos que las casaría un alcalde de izquierda unida. Sin embargo, aquí estamos hoy con normalidad y alegría…¡Bien hecho!

Mirad, creo firmemente que todas las personas debemos ser iguales en derechos…porque todas las personas tenemos los mismos sentimientos.

Y debemos pelear por la igualdad de derecho desde lo cotidiano. Por una cuestión muy sencilla, porque si no… habrá sufrimiento.

Les voy a poner un ejemplo, seguro que conocen alguna madre o algún padre que tienen dificultades para demostrar cual es la situación de su hijo o hija y deben saber todos ustedes, que a estos padres les cuesta, más que por sus propios sentimientos, por cómo puede ser juzgado su hijo o hija desde fuera de su entorno. Por eso, para evitar este sufrimiento debemos pelear por la igualdad de derecho desde lo cotidiano.

Sobre el matrimonio solo diré que, sin ningún género de dudas, no significa que un hombre y una mujer se casen. Significa que dos personas se aman y prometen estar juntas, en la salud y en la enfermedad. Matrimonio tampoco es un precioso vestido blanco, sino un amor que florece entre dos personas y la promesa de que lo que existe entre ellas solo puede convertirse en algo aún mejor. Es un vínculo entre dos personas que se quieren tanto que sus corazones estallan de alegría, amor y compasión hacia la otra. Y nadie puede decirles que no pueden ser la una para la otra o que no deberían amarse”. Repito, nadie puede ni tiene derecho a decirles que no pueden ser la una para la otra o que no deberían amarse.

Por eso es para mí un gran honor oficiar este enlace haciéndolo como alcalde de nuestro pueblo, porque realmente creo que hoy hemos contribuido a normalizar una situación de diferencia y sin duda esto es un gran avance para la sociedad brocense.

Por eso….ENHORABUENA.

Me van a permitir que conluya con unos versos de Federico García Lorca:


¡Ay voz secreta del amor oscuro!
¡ay balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!

¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡ay perro en corazón, voz perseguida!
¡silencio sin confín, lirio maduro!

Huye de mí, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.

Deja el duro marfil de mi cabeza,
apiádate de mí, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza!

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