Las clases en el conservatorio ya han comenzado. He de reconocer que el hecho de ver de nuevo a los/as alumnos/as y comenzar la labor docente, me produce una muy agradable sensación, al mismo tiempo que le da tranquilidad y sentido a mi alma y es que, para un servidor, el año comienza al inicio del curso escolar y no el 31 de diciembre.
Dicho esto, me gusta siempre hacer balance al final del verano. Este año en lo que a mí respecta, ha sido movido y con muchos cambios a nivel personal, pero lo considero positivo. Las experiencias te "curten" y te hacen evolucionar y conocerte mejor. Bienvenidas sean.
En lo político, una vez más, lo más divertido aunque trabajoso, ha sido confeccionar el programa de verano. Un programa denso e intenso, que esperamos que haya gustado a todos/as. Sin duda, para nosotros el "barómetro" que nos indica si debemos o no continuar en esta línea, es la afluencia de público a las actividades (que este verano ha sido espectacular) y los comentarios a pie de pista y en los días posteriores a los eventos.
Está claro que unas actividades gustan más que otras dependiendo del tipo de público, pero se sorprenderían ustedes si supieran la diversidad de opiniones que tienen nuestros/as vecinos/as sobre este respecto. Así y por poner un ejemplo hay quién me ha dicho que le encantó el concierto sefardí y quién me dijo que lo que más le gustó fue el de fados, aunque la acompañante de este último me dijo que el mejor, sin duda, fue el de la noche de pasodobles.
Lo más emocionante del programa es darte cuenta de que la gente lo espera al mismo tiempo que lo demanda. Editado el programa y en la calle, una vecina me ragañó porque este año no teníamos la noche musical, ya que según ella era lo más bonito del programa, me dijo que le parecía mágico poder escuchar música clásica por todo el pueblo. Igualmente una amiga me rogó que para el año que viene no programáramos tantas cosas porque le genera mucho "estrés" ya que es incapaz de faltar a alguna...Y es aquí donde quiero compartir con ustedes el comentario que más me ha llegado este verano con respecto a la programación cultural. Una vecina de Vitoria, en la calle lisa y recien llegada de sus vacaciones en la playa, me dijo textualmente:
"Los niños no querían estar en la playa, se querían venir al pueblo nada más salir de Vitoria, dicen que aquí se divierten mucho más, y he de reconocer que nosotros también...cada año nos gusta más venir al pueblo y nos quedamos más tiempo".
Y yo, queridos lectores, he de reconocer que estas palabras me reconfortan, ya que estamos convencidos de que para el pueblo, en términos económicos y sociales es bueno que la afluencia de público en verano vaya en aumento. Con estas palabras no quiero decir que la gente venga más por la programación cultural, pero queremos pensar que seguramente ayudará y eso es bueno, casi tanto como que el calor posibilite esta muestra de arte y cultura que tanto bien hace al espíritu; porque esa es la grandeza del ser humano, lo que nos distingue del resto del reino animal, que podamos disfrutar de las distintas formas de "belleza" y colmar nuestro espiritu con ella.
En cualquier caso, con esto de la programación y si me permiten la expresión, nos estamos "viniendo arriba". Una prueba evidente es el festival de jazz. Este año el concierto estrella ha sido el de Sole Giménez, sin embargo, han gustado muchísmo todos por igual y esto, sin duda, es lo mejor del festival. Seguramente, hace unos años, nadie podría imaginarse que Edu Manazas "competiría" con Sole Giménez sobre cual ha sido el mejor concierto del festival de Jazz, o que Guadiana puediera siquiera "competir" con Sole en estos mismos términos. Para un humilde servidor, lo mejor de todo es ver que la gente, al día siguiente del evento, esta "discutiendo" en la calle o en los locales comerciales sobre lo que han visto o escuchado. Están discutiendo sobre arte y para mí esto es simplemente sublime...y ello, queridos/as vecinos/as hace que ya estemos pensando en el del año que viene, hace que nos motivemos enormemente para seguir subiendo cada año un poquito más el listón.
Solo me queda agradecer una vez más a todas las personas, asociaciones, entidades, trabajadores/as, público y artistas, el esfuerzo considerable que han hecho para que el programa de verano de 2013 haya sido un éxito y una realidad y les animo a que nos ayuden nuevamente en el 2014, último verano cultural de este periodo político.
Mucha salud.
Solo me queda agradecer una vez más a todas las personas, asociaciones, entidades, trabajadores/as, público y artistas, el esfuerzo considerable que han hecho para que el programa de verano de 2013 haya sido un éxito y una realidad y les animo a que nos ayuden nuevamente en el 2014, último verano cultural de este periodo político.
Mucha salud.